Por muchos años, los tubos de pulverización industrial que formaban parte de diversos procesos y actividades debían ser reemplazados con mucha frecuencia porque en el corto plazo se obstruían debido a pequeñas partículas que se acumulaban en su interior.
Afortunadamente, los fabricantes comprendieron esta necesidad que se repetía en diversos procesos industriales y apostaron a la innovación del producto que hoy en día dispone de un sistema que reduce la posibilidad de que el agua, utilizada para la pulverización, se convirtiera en la razón de un problema en el desarrollo de sus funciones.
Y es que los sedimentos que puede arrastrar el agua pueden ser de la más diversa textura, y su adhesión en el interior de un tubo pulverizador puede afectar de manera significativa el proceso de pulverización. Ante este riesgo se han creado filtros especiales que se pueden adaptar al tamaño de los tubos y la forma de las boquillas.
La efectividad de los filtros y su influencia en la optimización del sistema de pulverización es única y de comprobada eficacia. Por si fuera poco existen tubos especiales que tienen la capacidad de auto limpiarse para evitar que alguna materia impida el libre flujo del agua.
Estos sistemas de limpieza interna pueden ser manuales o automáticos; aunque este último supone mayor comodidad, los dos son altamente efectivos, ya que mantienen en perfecto estado y libre de impureza los tubos por los que transita el agua.
De esta manera, al no existir obstrucciones de ningún tipo, se garantiza la potencia de la pulverización. Recordemos que para cada actividad industrial se requiere de una fuerza y un ángulo específico de la pulverización, así que si el agua no fluye correctamente puede generar irregularidades en el sistema que por supuesto afectarán su desempeño.