Todos los fluidos del mundo llegan a su destino gracias a la creación de sistemas de tuberías, los cuales deben estar adecuados a las características del fluido en cuestión como lo es la corrosión. Los tubos de acero inoxidable son en la actualidad, la mejor opción, debido a su gran resistencia ante distintos fluidos, lo que implica mayor durabilidad, menor gasto de dinero y tiempo.

Sin duda, el hierro es uno de los metales más económicos del mundo, pero se oxida con facilidad en presencia de  los elementos más sencillos: agua y aire. Actualmente se han creado aleaciones entre metal, cobre, cromo y hasta níquel, por mencionar algunos ejemplos, que son más resistentes, perdurando mayor tiempo en no corroerse ante condiciones de fluido o climáticas.

El acero inoxidable es una aleación con cromo, la cual no se deteriora en mayor medida con la presencia del oxígeno. Este material en todo lo relacionado a redes de tuberías es muy útil porque no se daña con facilidad, puesto que posee afinidad con el oxígeno, causando menos reemplazos, aun en caso de requerirse por tiempo prolongado.

Los sistemas de tuberías se ven tanto en el hogar como en grandes industrias. Son los principales responsables de la distribución de fluidos tanto líquidos como en estado gaseoso: agua, solventes, aire, gas natural y muchos otros. La magnitud del flujo y su presión, ayudan a definir las características que deban tener dichos tubos para funcionar de manera eficiente y eficaz.

Cabe destacar que además de los tubos en sí, que si bien es cierto que son fundamentales, también se necesita una serie de accesorios como lo son las válvulas y Schedule, siendo los responsables de regular el flujo, evitar fugas y tener un sistema de tubería ideal.

Actualmente, todo lo relacionado con tubería se hace con acero inoxidable y en casos particulares hasta se emplean aleaciones especiales.

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