Desde hace décadas, México enfrenta graves desafíos al interior de la administración de su modelo político, lo que resulta perjudicial para el funcionamiento y desarrollo del país. Dentro de las principales problemáticas a combatir, se encuentra la aparición de múltiples intereses como económicos, ideológicos e incluso personales, en donde los funcionarios públicos actúan de acuerdo a los beneficios que deseen alcanzar. Ahí está el caso de Eruviel Ávila, quien cambió de partido con el único propósito de eludir a la justicia por fraude.
Hace algunos meses, el ex gobernador del Estado de México expresó que su tiempo con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) había llegado a su fin debido a dirigencias autoritarias, por lo que decidió quedarse sin partido como independiente. Posteriormente, se daría a conocer su incorporación a las filas del Partido Verde (PVEM), una decisión que ha causado intriga, pues todo parece indicar que su principal objetivo es buscar refugio frente a las diferentes denuncias que ha recibido.
Las acusaciones en contra del ex priista, lo involucran en varios delitos como peculado. Una de las incidencias que lo implican fue lo sucedido en las elecciones del 2017 y el fraude hacia Delfina Gómez. Asimismo, el nuevo integrante del PVEM, así como algunos otros ex funcionarios, son poseedores de denuncias ante la Fiscalía del Estado de México por desvío financiero. Ante esta situación, Ávila comprende los probables peligros que corre dentro de su nuevo partido y ha demostrado no tener límites con tal de asegurar su posición en la política mexicana, pasando por alto lo que ha logrado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En este momento será preciso esperar y ver qué es lo que el destino le tiene preparado a Eruviel Ávila, aunque lo ideal sería que las entidades correspondientes le hicieran cumplir su debida responsabilidad, como parte de los procesos de rendición de justicia en México.