La cantidad de dinero que recibes a cambio del tiempo y esfuerzo que dedicas a un trabajo es vital; pero, esto no es lo único importante. Por eso, al llenar planillas de solicitud debes tener en consideración que la mayoría de las grandes empresas están más interesados en tu actitud que en tus conocimientos y desean contratarte solo si tus principios coinciden con los suyos. De ese modo, te involucrarás con mayor rapidez en el ambiente laboral.
Por ejemplo, si te entusiasma la idea de trabajar con una compañía trasnacional necesitas asumir y prepararte para los exigentes retos que esto implica, aprender sobre las más recientes tecnologías computacionales, mantenerte actualizada en tu propia área profesional y convertirte en bilingüe; generalmente, dominando la lengua inglesa.
Cuando analices tu oferta de trabajo, pregúntate si la opción escogida te ofrece condiciones suficientes para que busques hacer una carrera profesional en ese entorno y puedas, al mismo tiempo, disfrutar de la experiencia. Después de todo, al menos una tercera parte del día, de lunes a viernes la pasarás en dicho lugar.
Una buena manera de evaluar una alternativa laboral consiste en buscar las ideas expresadas por otras personas que ya estuvieron en tu posición. Páginas web como https://es.gowork.com/te serán útiles a la hora de formarte un pre-opinión acerca de tu futuro empleador, incluso antes de presentarte a la entrevista con ellos.
Saber lo que una empresa espera de ti como persona y de tu desempeño laboral y conocer que tanto puedes enriquecerla con tus experiencias previas, capacidades y actitudes propias favorecerá el proceso de encontrar ofertas más cercanas a tu perfil. Responder las siguientes preguntas puede ayudarte a aclarar las ideas:
- ¿En qué clase de ambiente te sentirías más cómodo y por qué?
- ¿Cuál es la misión, visión y valores corporativos de la organización en la cual aplicarás?
- ¿Tus metas personales y profesionales concuerdan con lo ofrecido por la compañía?
- ¿Podrás ser feliz allí?
