Debido a los impagos que están sufriendo la sección de veterinaria encargada de las inspecciones a explotaciones ganaderas por la Consejería de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua han dejado a principios de esta mima semana, de inspeccionar las explotaciones ganaderas de la Comunidad Valenciana porque la consejería de Agricultura les debe la labor realizada durante los últimos 17 meses, según han notificado.
Así, lo acordaron en una asamblea celebrada en el Colegio de Veterinarios de Valencia «obligados por la situación a la que están siendo sometidos por la Consejería de Agricultura, la cual les adeuda los últimos 17 meses». Al respecto, advierten de que esta situación va a llevar a que los animales de producción de la Comunidad estén «sin el pertinente control sanitario, lo que puede conducir a «una problema de seguridad alimentaria» y por consiguiente a «un problema de salud pública al quedar sin control enfermedades como la tuberculosis, fiebres de malta, gripe aviar, encefalopatías (vacas locas), entre otras».
En ese sentido, recalcan que son «conscientes» de la importancia de la medida adoptada, y por ello «no se había tomado con antelación», pero explican que al tratarse de trabajadoras autónomos todos los gastos derivados de su actividad profesional, así como los impuestos (IVA) derivados de las facturas emitidas y no cobradas «repercuten en su propia cuenta corriente, es decir, están financiando con su dinero y en algunos casos con su propio patrimonio, a la Administración». «Tras 17 meses sin cobrar ni un euro, ya no pueden seguir soportando esta situación», señalan.