Los siguientes tipos de hábitos de estudio te darán una idea de las técnicas que puedes aplicar en tu vida para obtener los resultados que deseas en la escuela o en un curso.
organiza el tiempo
Quizás el hábito más importante de los estudiantes exitosos es organizar su tiempo. Esto significa elegir el momento del día en el que te sientas más enérgico y vivo para estudiar, y también debes organizar cuánto tiempo vas a dedicar a cada materia. Por ejemplo, puedes crear un horario semanal de las cosas que tienes que hacer y verás que con la práctica podrás organizarte mensualmente. Durante el examen, organiza bien tus deberes para argumentar mejor a los jurados y a los profesores.
Establece metas realistas, medibles y verificables.
Para métodos de estudio efectivos, trate de establecer metas a corto, mediano y largo plazo cuando estudie. Además, debe establecer objetivos claros, realistas, medibles y verificables. Un objetivo como «Aprender más sobre inglés» es inútil, porque no te ayuda, como estudiante, a avanzar en tus conocimientos. Por el contrario, un objetivo como Aprender la conjugación de 10 nuevos verbos irregulares para el día 15 te permitirá medir tu progreso, tus fracasos y lo que necesitas mejorar.
descansar y alimentar
No tiene sentido estudiar durante 10 horas seguidas el día antes del examen. Tu cuerpo y tu cerebro se cansan y llega el momento en que estudiar ya no tiene sentido. Por eso es importante incorporar el tiempo de inactividad en sus habilidades de estudio. Por ejemplo, por cada 25 minutos que estudies, puedes descansar 5 minutos. Esto permite que su cerebro recargue su batería.
Destacar la información más importante
Este es otro clásico de los buenos hábitos de estudio. Subrayar textos y tomar notas le permite resaltar visualmente la información más valiosa o útil de un texto. También es útil porque si vuelves a estos textos días, semanas o incluso años después, el subrayado te indicará dónde está la información más importante, sin tener que volver a leer todo el texto. .
Elabora mapas conceptuales, diagramas, dibujos o canciones.
Como se mencionó anteriormente, el éxito de todas las habilidades de estudio depende del tipo de personalidad de cada estudiante, no son universales. Hay personas a las que les resulta más fácil hacer mapas conceptuales para estudiar las similitudes y diferencias de los temas vistos, otras prefieren hacer diagramas o dibujos para estudiar visualmente, y también hay personas más musicales a las que les resulta más fácil adquirir información a través de melodías. Si aún no está seguro de qué técnica funciona mejor para usted, pruebe todas estas técnicas y cualquiera que encuentre hasta que encuentre la que mejor funcione para usted.
Prepara tu área de estudio
Su espacio de trabajo debe configurarse para adaptarse a sus gustos de estudio. Entonces, el primer paso es sacar toda la ropa sucia de tu escritorio y ponerla en tu cama (o mejor aún, en el cesto de la ropa sucia). Si le resulta fácil aprender cosas nuevas mientras está en contacto con la naturaleza, un parque o bosque tranquilo podría ser adecuado para usted. Pero si necesitas un silencio absoluto, una biblioteca o una habitación dispuesta para que no te interrumpan los ruidos de la calle o los vecinos es quizás la mejor solución.
Reducir las distracciones
Para mejorar tus habilidades de estudio, el primer paso es identificar qué te distrae y el segundo paso es tratar de eliminar esas distracciones. Por ejemplo, si revisas constantemente las notificaciones en tu teléfono, apágalo, siléncialo o déjalo en otra habitación. Asimismo, si revisas constantemente tus redes sociales, ignóralas.
Evite memorizar, enfóquese en entender
Antes de memorizar información, es necesario comprenderla. Si lo memorizas solo para repetirlo en el examen, no lograrás un aprendizaje claro. Por ejemplo, en lugar de memorizar listas de verbos irregulares en inglés y sus conjugaciones, es importante comprender sus características, diferenciar los verbos cotidianos de los que apenas se usan en contextos informales, etc.